Inauguraron el mural de Galo, con música y emociones compartidas

Inauguraron un mural sobre la pared de la vieja casona de Moreno casi Palacios. No se trata de uno más, porque tiene en sí un mensaje tan fuerte como imponente, tomar consciencia de la vida.

La vida de Galo Glyn Ramos, un joven que salió a la calle como lo hacía todos los días, sin saber que el destino lo iba a poner frente a un inconsciente que en estado de ebriedad, decidió manejar un vehículo.

Ese es el mensaje del diseño reflejado, el rostro del artista con malabaristas en la solapa de su ropa, con flores y un poema. “Volando siempre ando, a veces por el aire, a veces por sueños y otras, con la imaginación. No somos del aire pero aprendemos a remontar ¿El límite es el cielo? No creo…”.

El boceto y la idea principal fueron de los artistas Horacio Ferrari y  René Vargas Ojeda y se sumaron otros, porque muchos querían dar una pincelada al rostro de Galo.

Antes de que comenzara el encuentro de inauguración, María, la mamá del joven fallecido, fue prendiendo una por una las velitas al pie del retrato de su hijo. Nada de esto tendría que estar sucediendo, fue el pensamiento general de quienes la miraban.

El artista Horacio Ferrari, padre de la idea

Galo iba en su moto por el kilómetro 14 de avenida Bustillo, cuando un automovilista en estado de ebriedad, se cruzó de carril y lo embistió. A los pocos días el artista falleció.

 María se mostró muy emocionada tanto por el mural como por el cariño que recibió durante el evento. “Agradezco a todos los artistas que pintaron el mural de mi hijo y a todos sus amigos y amigas que hoy quisieron estar presente”.

“Es una forma de honrarlo, con música, alegría y malabares, porque todo eso era él” dijo. Claro que también tomó el pincel para dar una mano de laca protectora, para que el clima no toque ese rostro lleno de luz. La música del encuentro fue de La Nube Percusión.

En Bariloche lamentablemente no se toma conciencia del peligro que significa consumir bebidas con alcohol y luego conducir un vehículo. Hay grupos de WhastApp que circulan entre la comunidad para saber dónde están los controles de alcoholemia, triste pero real.  

Galo no vivió en vano sus 30 años, supo hacerse querer y dejó una marca en el corazón de muchos. “Me sigue asombrando el cariño de la gente, lo recuerdan con mucho amor porque siempre tiraba buena onda” reflexionó María.

Disfrutó de la vida y dio a los demás, lo mejor de sí. Por eso Galo quedó reflejado en ese mural, como un símbolo de su paso por la tierra, mirando hacia el cielo.